El meteórico ascenso de Julio Guzmán en Perú

El Jurado Electoral Especial (JEE) finalmente aceptó la inscripción de Todos por el Perú (TPP) para las elecciones generales de ese país en abril, despejando en la práctica el camino para que Julio Guzmán se postule a la presidencia.

En tanto, su complicado rival, César Acuña, afronta un nuevo desafío legal relacionado con un escándalo ético. En una elección que ha estado dominada por bruscos cambios en el nivel de apoyo de los votantes, Guzmán finalmente ha conseguido el impulso necesario no sólo para consolidar su posición camino a las elecciones sino quizás incluso para ganar.

La controversia sobre la inscripción de TPP terminó, con el JEE fallando en favor del partido. El TPP, al que pertenece Guzmán, había sido acusado de excederse en el plazo límite para introducir cambios en sus estatutos y regulaciones internas (14 de noviembre de 2015, los cambios fueron aplicados el 18 de diciembre). Como resultado, el Jurado Nacional Electoral (JNE), el comité electoral de Perú, había resuelto inicialmente que la inscripción del TPP no era válida, lo que fue resuelto en una apelación. Según el TPP, el plazo límite para los cambios había sido de hecho extendido al 10 de febrero de 2016 tras una reciente enmienda a la ley de registros de partidos políticos. Por eso, el JEE —que se hizo cargo del caso después del JNE— aceptó los argumentos del TPP de que las modificaciones habían sido realizadas en realidad durante la asamblea del partido antes de la fecha límite de noviembre.

Logro impresionante

Guzmán también argumentó que la decisión de anular su candidatura estaba motivada por intereses políticos, tras su rápido ascenso en las encuestas en las últimas semanas; según los sondeos más recientes de la firma encuestadora CPI, en febrero, Guzmán está firmemente ubicado en el segundo puesto de las preferencias, con 18,3% de apoyo, por detrás de la líder, Keiko Fujimori de Fuerza Popular, que cuenta con 33,7% de apoyo. Este es un logro impresionante, considerando que tan solo a fines de 2015, su respaldo estaba en un nivel de sólo un dígito bajo.

El ascenso de Guzmán también se produce tras meses de enfrentamientos entre candidatos rivales. Las encuestas también dejan en evidencia la caída en desgracia de su rival de izquierda, César Acuña, de Alianza por el Progreso, cuyo apoyo se hundió a 7,3% desde 12,3% en enero, aunque todavía es suficientemente alto como para sostenerse en un tercer lugar. De hecho, una significativa proporción del apoyo perdido por Acuña ha beneficiado a Guzmán. Cuarto en las encuestas se encuentra Pedro Pablo Kuczynski de Peruanos por el Kambio (PPK) con 6,8%, mientras que Alan García, de Alianza Popular se ubica en el quinto lugar con 6,4% de las intenciones de voto.

Acuña se ha visto arrastrado a un creciente escándalo respecto del plagio de su tesis doctoral, que actualmente está siendo investigado por las autoridades electorales. El comité de ética del JNE recientemente público una dura declaración señalando que Acuña “carece de las condiciones éticas adecuadas para el cargo al que está aspirando” y lo declaró en violación del código de ética electoral. La situación de su candidatura todavía se encuentra en discusión, pero es probable que su campaña haya recibido ya un golpe mortal, ya sea que se le permita o no postularse. Como resultado, Guzmán probablemente va a capturar el voto de izquierda más moderado de Acuña, a pesar de las acusaciones de algunos de sus rivales de que él es el candidato de facto del “establishment” político, debido a que en el pasado se desempeñó como secretario general del Consejo de Ministros del saliente presidente Ollanta Humala. El candidato del gobernante Partido Nacionalista Peruano, Daniel Urresti, actualmente tiene sólo 1% de apoyo, según las encuestas de CPI.

Desafiando a Fujimori

El último fallo dará un nuevo impulso a Guzmán, que ahora esperamos que supere a Fujimori en una segunda vuelta. Aunque Fujimori actualmente cuenta con una sólida ventaja que ha mantenido durante todo lo que va de la campaña (consistentemente se ha mantenido por sobre 30% de apoyo), sus perspectivas para ganar en una ronda de definición son menos seguras. Todavía persiste un considerable rechazo a Fujimori a través de todo el espectro político debido a su retórica populista de centro derecha pero también al enojo de la opinión pública con su padre, el ex presidente Alberto Fujimori, que actualmente se encuentra cumpliendo una condena de cárcel por corrupción y violaciones a los derechos humanos durante su período (1990-2000).

Aunque los otros candidatos han incrementado en las últimas semanas sus ataques contra Guzmán, esta probablemente es un estrategia electoral para luchar por el segundo lugar en las elecciones y ganar un pasaje para la segunda vuelta, considerando que el liderazgo de Fujimori es prácticamente inalcanzable.

Guzmán probablemente podrá contar con el apoyo de algunos de sus rivales para el balotaje, con tal de evitar que Fujimori obtenga la presidencia. Como resultado, aunque Fujimori todavía tiene en sus manos el resultado de las elecciones, si el impulso de Guzmán sigue fortaleciéndose tras la resolución del JEE, las probabilidades de una victoria en segunda vuelta probablemente se van a inclinar en su favor.